Que fácil sería todo si se cumplieran
todas nuestras expectativas, si acertáramos al cien por cien en todas
nuestras predicciones, si el mercado se comportara como hemos
planificado, si vendiéramos como imaginamos, si los proveedores y
clientes cumplieran los plazos, si las empresas no tuvieran ningún
problema y nos garantizasen un empleo de por vida… Pero, por el
contrario, ¿qué ocurriría si uno o todos esos supuestos fallasen?
Elaborar alternativas viables y factibles frente a posibles y futuras contingencias es lo más acosejable que podemos hacer.
Todos los expertos en economía recomiendan preveer lo imprevisible y tener un plan financiero alternativo como forma de solucionar posibles contingencias que nos pudieran ocurrir fruto de la inestabilidad laboral y empresarial del mercado.
Siempre ha sido un apreciable consejo no "poner todos los huevos en la misma cesta", más de una vez lo habrás oído, pero en la situación actual de imparable crisis financiera y laboral, lo es más que nunca. Es por ello una iniciativa más que recomendada el tener "varias fuentes de ingresos", por si la principal fallase.
Si has llegado a esta misma conclusión pero no sabes que podrías hacer para generar un plan financiero B puedes leer el resto del artículo PINCHANDO AQUI y descubrir que alternativas te ofrece el mercado.